22/02/2016

Lo siento, Jordi, pero no. Cuando vi el avance de lo que iba a ser el Salvados de ayer, Fashion Victims, te envié un tuit diciéndote «@jordievole me gustan tus programas,pero llevo 10 años en Asia y el avance del textil que he visto huele a impreciso y tendencioso,let’s see».

Bien, pues lo vi, y no fue impreciso, para nada, lo cual me pareció admirable. Pero sí fue tendencioso.

Me acordé del comentario de Anneloek Sollart, «mi opinión no es importante, sólo soy una directora de documentales» y pensé que era justo lo contrario de lo que estaba viendo en Salvados.

Cada vez que salía Camboya, la música de fondo era tétrica, era música de sucesos terribles, aunque los que aparecían en las imágenes estuvieran contentos y sonrientes.

Cuando le preguntabas al empresario español que tenía la fábrica en Camboya que por qué no se sabía el nombre del sindicato, parece que no te bastaba con la obviedad de que el camboyano no es un idioma fácil de aprender para un español, parece que querías encontrar un motivo más profundo al desconocimiento del entrevistado, quizá una reprobable falta de consideración ante los problemas de sus trabajadores…. Me pareció feo.

Cuando le decías a las chicas que trabajaban en la fábrica de Camboya que por el precio de cinco prendas se pagaba su sueldo de un mes, me pareció malo de llamarte la atención, de verdad. Sin inquina, sin acritud, pero llamarte la atención. Esa pregunta tendenciosa es la misma que si le dices a un trabajador de una fábrica automovilística en España que con la venta de un coche se paga su sueldo de un año. Come on, Jordi! Eso es un argumento que sólo busca escándalo. Ni el operario español fabrica el coche él solo, ni la chica hace los pantalones ella sola. Ella seguramente hace una de las 25 o 35 operaciones que tiene el pantalón, puede que sólo cosa el bolsillo, o puede que sólo cosa etiquetas, con lo cual, la venta de 5 pantalones cubre el que ella haya cosido 15000 bolsillos en un mes…

En fin, sin entrar en aburridos detalles técnicos, la prenda cuesta X de coste y se vende a X + Y%. Desde mi punto de vista, lo criticable es el margen, el Y%. La avaricia del comprador, cuando la hay, porque para poder comprar camisetas a cinco euros, como las que se venden en los centros comerciales de nuestro país, no puede costarte ocho euros fabricarla, ni en España, ni en ningún sitio. Evidentemente.

La avaricia del comprador no tiene que ver, en absoluto, con las condiciones socio económicas en las que está Camboya, o Bangladesh, donde he tenido la suerte de vivir durante cinco años, o China, donde ya llevo viviendo cuatro y pico.

En todos los años que he visto hacer ropa en Asia, que ya son unos cuantos, te aseguro que los compradores que mejores condiciones ponen para la compra son los occidentales. No te quiero ni contar las condiciones que aceptan los compradores locales, los del propio país, que tienen perfectamente asumido e interiorizado que viajen veinte de pie en el remolque de una camioneta porque ¡ellos son de allí y se han criado así! Eso que para el occidental son malas condiciones, para el local es el pan nuestro de cada día, y, por eso te digo, que cuando los compradores locales se ponen a apretar en condiciones, aprietan hasta límites bastante más duros que los occidentales.

¿Está bien que la gente lo pase mal? Obviamente no. Seamos más obvios aún: ¿está bien el MAL? Obviamente no.

El Salvados de ayer hizo de una obviedad (que es muy duro trabajar) un intento de dar penita que a mí, personal y humildemente, me pareció feo, teniendo en cuenta que, a estas alturas, ya tienes recorrido, experiencia y equipo para hacer programas cojonudos y mucho mejor orientados que el que vi ayer.

Insisto en que me atrevo a decirte esto porque creo que mi opinión, dadas mis circunstancias, cuenta. No para demonizarte, ni trolearte, que también son cosas feas.

Y más cosas… La joven empresaria gallega, las ex-empresarias, el consumo desmedido de los compradores finales… Mucho que opinar también sobre eso, pero bueno, quizá en otra ocasión.

Un cordial saludo.