Problema de ética

01.04.2011 22:34 26ºC

Tenemos una pecera. No es una metáfora, es de verdad, tenemos una pecera con dieciséis peces y uno de ellos le come a los otros las aletas. Con mis ojos de humano miro cómo los va incordiando a todos, los persigue un trecho, y en un último aleteo les da un bocadito donde puede. Es el pez más pequeño de la pecera.

La G. y yo nos sentamos de vez en cuando en el suelo delante de la pecera a mirarlos y nos da rabia ver que no los deja en paz. Creo que en algún sitio en internet pone que a ese pez le llaman el comecolas. La G. me decía ¿qué hacemos con él?, y yo le dije lo tiramos al váter y en paz. Taxativo. Problema de ética: ¿Debería matar a un pez porque creo que molesta a los otros peces?

Primero pensé que sí, que al carajo, pero después la G. lo sacó de la pecera grande y lo puso en una pecera pequeña que usamos para curar a los enfermos poniéndoles un poco de antibiótico en el agua. Entonces empecé a sentir lástima por él. Ya no me parecía tan buena idea tirarlo al váter.

Comencé este post hace unos días, pero sólo escribí dos líneas porque no me acababa de convencer lo que tenía que contar, en realidad se me venían conflictos más complicados a la cabeza. ¿Y si en vez de un pez fuera un ser humano?, y no tenía ganas de entrar en esa polémica. Así que hoy decidí dejar esas dos líneas guardadas para hacer algo con ellas en el futuro. Me levanté de la silla, fui a ver qué tal estaba el pez castigado y estaba muerto, pequeño y quieto en el fondo de piedrecitas.

He vuelto a la silla, he reabierto las dos líneas y he escrito este microhomenaje a un pequeño pez que no podía vivir sin tocarle los cojones a los demás.